“En el SESCAM llevamos mucho tiempo trabajando la Estrategia de Seguridad del Paciente, le damos una prioridad. Existe una estrategia de 2019 a 2023, en la que había seis líneas de acción, 41 objetivos y 148 acciones. Esta cumplimentado al 95 por ciento y eso para nosotros es un éxito. En este camino no podemos ir solos ni pacientes ni profesionales sanitarios ni gestores; tenemos que ir todos juntos y siguiendo el mismo camino. Cuando implicamos al paciente en sus cuidados, hasta un 15 por ciento se pueden evitar. Se está trabajando en la nueva Estrategia de Seguridad del Paciente y en ese sentido vamos a intentar potenciar tres grandes aspectos, uno es que los sistemas de notificación, de aprendizaje, de estos efectos adversos sean los adecuados; dos, procurar que los familiares participen, y tres, potenciar la investigación”.