"Tiene como uno de sus principios rectores el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria, que por segundo año es solvente desde el punto de vista financiero, que está diseñado para cumplir los compromisos adquiridos con la ciudadanía y que supone por segundo año consecutivo la congelación fiscal tal como nos comprometimos con los agentes sociales. Estamos ante un presupuesto claramente redistributivo, que es la seña de identidad de los presupuestos de García-Page"