“Cuatro han sido sus principales motivos para hacerlo. Por supuesto, la legitimidad histórica, la situación geográfica, el potencial turístico –como saben más de dos millones y medio de turistas recibe la ciudad de Toledo a lo largo del año-  y, por supuesto, el buen trabajo entre administraciones. Desde que se conoció el proyecto, se acogió con entusiasmo, se acogió con discreción por parte de los equipos de la Junta de Comunidades y del Ayuntamiento de Toledo. Por lo tanto, ante esta oportunidad, desde el Gobierno regional teníamos una idea clara y nuestra labor no podía ser otra ante un proyecto privado que va a generar crecimiento, desarrollo y empleo en nuestra región”.