Toledo, 15 de julio de 2016.- El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha condenado enérgicamente el atentado terrorista que se registraba este jueves en la localidad francesa de Niza y ha mostrado su solidaridad, la del Gobierno regional y los ciudadanos de Castilla-La Mancha para con las víctimas, sus familiares, las autoridades y todo el pueblo francés. Muestra de repulsa y solidaridad que también ha trasladado personalmente al embajador de Francia en España.
 
Así lo ha expresado el presidente del Ejecutivo autonómico tras el acto de repulsa por este nuevo atentado terrorista en suelo francés que se ha llevado a cabo frente al Palacio de Fuensalida, sede del Gobierno regional en Toledo, y en el que se han guardado cinco minutos de silencio.
 
García-Page ha subrayado que “para defender nuestros valores, nuestras creencias, nuestra convivencia, no hace falta ser fanático, porque la democracia, la libertad y la razón se defienden de cualquier fanatismo”, al mismo tiempo que ha explicado que “toda la sociedad occidental tendrá que intensificar la lucha en todos los frentes contra el fanatismo que quiere acabar con nuestro código de conducta y de vida”.
 
“Ningún fanatismo va a conseguir que nosotros seamos igual de fanáticos”
 
No obstante, el presidente regional ha asegurado que “ningún fanatismo va a conseguir que nosotros seamos igual de fanáticos” y ha abogado por combatir al fanatismo desde la unidad y la determinación e impedir al mismo tiempo que “nuestra sociedad se fanatice” contra cualquier grupo social.
 
“No podemos confundir al adversario” ha aseverado García-Page quien ha reiterado también que para alcanzar este objetivo “tenemos que estar unidos y convencidos” ya que “la razón mundial, la razón de toda la humanidad está de nuestra parte”.
 
“Esta batalla no la pueden ganar; es imposible que en el mundo actual ningún fanatismo se imponga a la libertad, a la democracia y nuestro código de valores”, ha explicado García-Page, quien ha recalcado que “la mejor manera de combatir a estos salvajes, es reafirmarnos en lo que somos”; esto es “con la práctica cada vez más profunda de aquello que quieren erradicar, nuestra libertad y nuestra democracia”.