MÁS DE UN CENTENAR DE PACIENTES HAN RECIBIDO TRATAMIENTO DE FOTOTERAPIA EN LA NUEVA CABINA DE RAYOS ULTRAVIOLETAS DEL HOSPITAL DE TALAVERA
El Gobierno de Castilla-La Mancha dotó a la sección de Dermatología con esta cabina de PUVA-terapia que se utiliza para el tratamiento de procesos inflamatorios, tumorales y para trastornos en la pigmentación de la piel.
Más de un centenar de pacientes del área de Talavera de la Reina, en la provincia de Toledo, se han beneficiado a lo largo de este último año de los tratamientos de fototerapia en la cabina de PUVA-terapia con la que el Gobierno de Castilla-La Mancha dotó el pasado año al Hospital Nuestra Señora del Prado.
Esta terapia, desarrollada por la sección de Dermatología, combina la exposición a la radiación ultravioleta con la toma previa de una sustancia química fotosensibilizante, de nombre psoraleno, y se utiliza para el tratamiento de procesos inflamatorios, tumorales y para trastornos en la pigmentación de la piel. Su introducción disminuye los tratamientos biológicos que se utilizan en algunas de estas patologías y que son mucho más costosos.
De los 142 pacientes tratados, 113 se han tratado en la cabina y 29 en el aparato indicado para tratar solo las manos o los pies, y en su mayor parte se trata de pacientes afectados con psoriasis. En este caso, aunque es una dolencia de carácter crónico, esta terapia se aplica de forma cíclica y consigue hacer desaparecer de la piel o blanquear las placas rojas y escamosas.
La cabina de luz ultravioleta instalada en el Hospital de Talavera se complementa con un segundo aparato de menor tamaño, para tratamientos localizados en manos o pies. Antes de iniciar cualquiera de estos tratamientos con rayos ultravioleta, el dermatólogo valora el fototipo de piel que tiene el paciente, para programar el tratamiento con la intensidad y frecuencia correspondiente a la sensibilidad cutánea de cada persona.
En general, el tratamiento se suele iniciar con sesiones de 3 minutos, dos o tres veces en semana y hasta un máximo de 35 sesiones. El paciente toma por vía oral el psoraleno dos horas antes de la exposición y después recibe en el Hospital la sesión de luz.
Después de cada sesión, es conveniente que el paciente utilice gafas protectoras para impedir el paso de radiaciones ultravioleta que podrían dañar sus ojos. Además a lo largo del tratamiento deberá hidratar frecuentemente toda su piel y evitar la exposición al sol.
La PUVA-terapia se ha sumado a otros tratamientos que ya se llevan a cabo en la sección de Dermatología, entre los que destacan la terapia fotodinámica, indicada para el carcinoma basocelular, y que desde su implantación en 2006 se ha aplicado a más de setecientos pacientes.