“Para los nuevos aventureros del negocio universitario que tengan aquí muy claro que, en esta tierra, de entrada, no vamos a dar ningún tipo de facilidad en tanto que redactamos la ley de universidades 25/26, y en esa ley, además, quedará muy claro cuáles son los límites mínimos exigibles si alguien pretende establecer legítima y constitucionalmente el servicio universitario por la vía privada. Insisto, no tenemos nada en contra y no faltará quien lo hagan, pero yo sé lo que estaría pasando en esta región hoy si cundiera el ejemplo que pasa en otras. Y si en vez de tener una firme voluntad de apoyar a la Universidad desde la perspectiva pública, simple y llanamente auspiciáramos lo contrario en el negocio".