Yo creo que está muy claro que la clase política independentista en Cataluña ha entendido el mensaje de las últimas semanas, de los últimos meses. Yo creo que tienen claro dónde está el precipicio, en definitiva, donde está el límite jurídico y, por tanto, yo celebro que el presidente del Parlamento, de alguna manera, obedezca al Tribunal Constitucional, a las instituciones del Estado y, por tanto, que no se cometa un atropello más, sería absurdo.