Un niño de 8 años ayuda al Servicio de Emergencias 1-1-2 a rescatar a su madre y su hermano, que quedaron atrapados en el río Alberche
La crecida del río y las corrientes en esa zona impedían que la mujer y su hijo de 12 años pudieran salir del río Alberche por sus propios medios.
Este incidente pone de manifiesto la necesidad de enseñar a los más pequeños a usar de una manera correcta el teléfono único de emergencias 1-1-2, una iniciativa que se lleva a cabo desde el propio Servicio de Emergencias con, entre otras actividades, visitas a los colegios de la Comunidad Autónoma.
Toledo, 26 de junio de 2019.- Fomentar y difundir entre los niños de Castilla-La Mancha el correcto uso del teléfono único de emergencias 1-1-2 es imprescindible para garantizar, no solo su seguridad ante situaciones de urgencia, sino también para lograr que ellos se conviertan en parte activa de la resolución de incidentes o emergencias sufridas por otras personas.
Esto fue lo que ocurrió ayer en la localidad toledana de Santa Cruz del Retamar, cuando una tarde de baño en el río Alberche se transformó en una emergencia, al quedar atrapados en una pequeña isleta en el centro del río una madre y su hijo de 12 años, junto con el perro de la familia.
Debido a la subida del caudal y la corriente de las aguas, ambos tuvieron que agarrarse a ramas y troncos que había en la zona, a la espera de que alguien se acercase a ayudar.
En la orilla se encontraba el otro hijo de la mujer, de 8 años, que viendo la situación por la que estaban pasando su madre y su hermano no dudó en llamar al Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias de Castilla-La Mancha 1-1-2, dependiente de la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas.
El pequeño fue siguiendo los pasos indicados por el operador del 1-1-2 que atendió su llamada, con el fin de evaluar el alcance del incidente y de localizar el lugar donde estaba ocurriendo el suceso. La llamada fue transferida al jefe de la Sala de Coordinación del 1-1-2, que indicó al niño cómo enviar mediante el teléfono móvil su ubicación exacta, para guiar a los medios de rescate.
Finalmente, unos bañistas lograron sacar al niño de 12 años y a su perro, siendo la madre rescatada después por una dotación del Consorcio Provincial de Bomberos, pertenecientes al parque de Santa Olalla.
La feliz resolución del caso pone de manifiesto la necesidad de continuar con el trabajo de difusión del teléfono único de emergencias 1-1-2 entre la población escolar, que lleva a cabo el Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias 1-1-2, en los colegios de Castilla-La Mancha.