Mediante una subvención de la Consejería de Bienestar Social VEINTE EMPRESAS DE LA PROVINCIA DE TOLEDO DARAN TRABAJO A 36 PERSONAS CON PROBLEMAS DE INSERCION SOCIAL
Villacañas, La Puebla de Almoradiel, La Puebla de Montalbán,
Sonseca, Quintanar de la Orden, Talavera de la Reina y Madridejos
son los municipios toledanos donde se ubican las entidades que se
han acogido a este programa que la Junta de Comunidades ha puesto
en marcha este año de forma pionera.
Veinte empresas de la provincia de Toledo han recogido el testigo
que la Consejería de Bienestar Social les ofreció para
colaborar en la reinserción de personas con problemas de
exclusión social, las cuales tan sólo necesitan un puesto de
trabajo para completar su proceso de reincorporación a la
sociedad.
La respuesta de estas empresas solidarias supondrá que un total
de 36 personas que han participado en los distintos programas de
inserción que Bienestar Social desarrolla en la provincia puedan
acceder a un contrato laboral, último paso, y tal vez el más
importante, para abandonar definitivamente las situaciones que
les impiden llevar una vida normalizada.
Se trata de una iniciativa pionera que ha puesto en marcha la
Consejería de Bienestar Social, por primera vez, este año y que
se puede llevar a cabo gracias a las subvenciones que este
departamento del Gobierno regional da a las empresas que
incorporen a sus plantillas trabajadores de estos colectivos
marginales.
Los contratos que se establecerán con los beneficiarios de este
programa tendrán una duración de seis meses y la Junta de
Comunidades financia el 100% Salario Mínimo Interprofesional,
más un 32% de cuota patronal y la parte proporcional a pagas
extras.
El coste global del programa en la provincia de Toledo asciende a
21 millones de pesetas, de los cuales la Consejería de Bienestar
va a aportar más de 18,5 millones.
Villacañas, La Puebla de Almoradiel, La Puebla de Montalbán,
Sonseca, Quintanar de la Orden, Talavera de la Reina y Madridejos
son los municipios donde se ubican las empresas que van a
contratar a estas personas que, en la mayoría de los casos,
comenzarán a trabajar con el inicio del mes de julio.
Estas empresas se dedican a trabajos de lo más variado,
realizando actividades que van desde la ayuda a domicilio, la
confección, la construcción y la carpintería hasta las que se
dedican a los suministros y asesoría fiscal, pasado por otras
como residencias, bodegas o centros ocupacionales.
Uno de los requisitos importantes que Bienestar Social exige a
todas estas empresas y que hacen que este programa pueda ser algo
más que un parche temporal, es que todos los puestos de trabajo
que ofrezcan deben suponer un incremento de plantilla y, en
ningún caso, deben plantearse como suplencias de trabajadores
que la entidad ya tenga contratados.
Los servicios sociales de la Delegación de Bienestar Social que
trabajan en los muncipios toledanos tienen un papel muy
importante en este programa, tanto por la labor contacto que han
realizado con las empresas, como con los propios partipantes en
el programa.