Los ciudadanos tendrán la oportunidad de participar en la jornada de puertas abiertas que el Gobierno del presidente Barreda va a llevar a cabo en la Vega Baja de Toledo, a finales del mes de marzo, donde podrán comprobar los resultados de las excavaciones realizadas en los últimos meses.
Así lo anunció hoy la consejera de Educación, Ciencia y Cultura, María Ángeles García, que junto al alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, y al arqueólogo Miguel Ángel Valero, presentaron los avances de los trabajos realizados desde julio de 2010.
La consejera reiteró “el compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha con el Plan Director de la Vega Baja, de seguir colaborando y cooperando con las reales academias y con la Real Fundación de Toledo, y el compromiso con el yacimiento, donde vamos a seguir trabajando y fomentando la investigación”, tal y como indicó.
Además de celebrar esta jornada de puertas abiertas “para hacer partícipes a los ciudadanos”, desde el Gobierno regional “vamos a ampliar la zona de protección del yacimiento y seguiremos colaborando con el Ayuntamiento en la recuperación del Circo Romano”, cuyo proyecto de rehabilitación fue acordado en 2010 entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Fomento, a través del programa 1% Cultural, recordó García.
Por su parte, el alcalde reconoció que “en Toledo se ha superado cualquier tipo de debate o especulación sobre la zona en términos de valor patrimonial”, tanto que “probablemente la Vega Baja de Toledo sea uno de los focos de interés más importantes y más destacados”.
“En buena medida el acierto en este camino se debe al acierto institucional”, señaló García-Page, que explicó cómo “desde el primer día constituimos una plataforma de entendimiento permanente como es Toletum, con la participación de la Comunidad Autónoma, a la que agradezco mucho su empeño, su testarudez, pero también su apoyo, sobre todo económico”.
El trabajo conjunto entre el Gobierno de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Toledo sitúa estos trabajos “en un camino correcto”, indicó el alcalde, que destacó el “interés patrimonial mundial” de la Vega Baja. Asimismo, reiteró que “el planteamiento de recuperación patrimonial, documental y arqueológico de la zona no tiene marcha atrás”.
Acerca de los hallazgos en este yacimiento, el alcalde reconoció que “quizás en términos patrimoniales Vega Baja será la mejor oportunidad que se ha encontrado en un siglo en esta ciudad”. Por eso, “Toledo decidió que esto era una gran ventaja y una gran oportunidad de futuro y creo que poco a poco, aún a pesar de la crisis, se está haciendo paso a paso realidad el proyecto de recuperación patrimonial y arqueológico”, indicó.
En su intervención, la consejera también puso en valor la importancia del patrimonio como fuente de empleo, más aún teniendo en cuenta los momentos de crisis actuales. Así, las tres campañas de excavaciones que ha llevado a cabo el Gobierno regional desde 2008, han permitido la generación de más de 300 puestos de trabajo.
Durante la visita al yacimiento, la consejera y el alcalde tuvieron la ocasión de agradecer personalmente a las trabajadoras y trabajadores la labor que están llevando a cabo.
En la rueda de prensa de esta mañana, celebrada el Edificio Sabatini de la Universidad de Castilla-La Mancha, en Toledo, también estuvieron presentes el director general de Patrimonio Cultural, Luis Martínez, y los directores científicos de Vega Baja, Ricardo Izquierdo y Lauro Olmo.
Actual campaña de excavaciones
La actual campaña de excavaciones en la Vega Baja se inició en julio de 2010 y durante este tiempo las tareas que se están llevando a cabo no sólo consisten en la excavación, sino también en la consolidación de los restos encontrados.
Así, a lo largo de estos meses se han hallado nuevas estructuras urbanas en torno a un espacio central pavimentado de 900 metros cuadrados, a modo de plaza.
Las labores arqueológicas se han desarrollado en la antigua parcela R-8 del Plan Urbanizador. La excavación se ha programado de manera que agotara la estratigrafía arqueológica del área excavada. Esta metodología de trabajo ha permitido conocer la evolución urbanística del área exhumada, documentando hábitat en el sector desde época romana (s. III-IV d.C.), pasando por la visigoda (s. VI-VII d.C.), la emiral (s. VIII-IX d.C.) y la época moderna, llegando hasta el siglo XIX.
También han aparecido piezas de notable valor, como monedas de oro, capiteles y una fíbula visigoda.