La Unidad de Cardiopatías Familiares del Hospital de Ciudad Real y el Instituto Médico Legal elaboran un protocolo para facilitar el estudio de la muerte súbita
Se trata de un documento que promueve la estrecha colaboración entre cardiólogos y forenses ante casos de muerte súbita de posible causa cardiaca para poder llegar con más exactitud y rapidez al diagnóstico y así prevenir nuevos episodios que pudieran darse entre familiares de los fallecidos.
La mitad de las muertes de menores de 40 años atribuibles a un problema de corazón tiene una base genética, es decir, hereditaria.
Ciudad Real, 5 de octubre de 2018.- La Unidad de Cardiopatías Familiares del Hospital General Universitario de Ciudad Real, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), y el Instituto de Medicina Legal de Ciudad Real y Toledo han elaborado un protocolo conjunto para facilitar el estudio de los fallecidos de muerte súbita por causa cardiaca hereditaria y ayudar a evitar casos similares entre los familiares de los fallecidos.
La muerte súbita es aquel fallecimiento inesperado no violento que ocurre en una hora o menos desde que aparecen los primeros síntomas. Aproximadamente, constituyen una quinta parte de los fallecimientos y de ellos el 80 por ciento tiene un origen cardiaco.
En menores de 40 años, la mitad de las muertes asociadas a un problema de corazón tiene una base genética, por lo que lo aconsejable es realizar un estudio para intentar determinar si hay otros miembros de la familia con la misma patología.
Las enfermedades cardiacas genéticas son muy variables y cada persona puede manifestarla con distinta intensidad o puede que no la desarrolle nunca. Lo ideal es investigar sobre el difunto porque es sobre quien la patología se ha revelado con mayor agresividad. Por otra parte, la muerte súbita puede ser el primer síntoma de estas enfermedades, por lo que la prevención en la familia cobra un papel esencial en caso de detectarse algún caso.
Para ello, el forense debe seguir unos pasos determinados durante la realización de la autopsia, si es que se practica, y recoger muestras que permitan un análisis posterior y, por el momento, en Castilla-La Mancha no existe ninguna norma ni marco legal que regule estos procedimientos.
“El forense hace bien el trabajo que le exige la administración de Justicia pero puede ir un poco más allá y facilitarnos unos datos que a nosotros pueden sernos muy útiles cuando estudiamos el caso con los familiares del difunto”, ha explicado el responsable de la Unidad de Cardiopatías Familiares del Hospital de Ciudad Real, el cardiólogo Jesús Piqueras.
De ahí que, los profesionales de esta unidad del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha y del Instituto de Medicina Legal se hayan puesto a trabajar para diseñar este protocolo, que permitirá, además, agilizar enormemente la burocracia, ya que, en condiciones normales, puede transcurrir un año desde que se practica la autopsia al fallecido hasta que puede realizarse el diagnóstico genético.
En cambio, con el protocolo, estos plazos se pueden acortar varios meses. Al mismo tiempo que redacta su informe de autopsia, el forense puede solicitar al juez que autorice que las muestras obtenidas dejen de estar bajo custodia de la administración de Justicia y puedan ser analizadas en un laboratorio externo.
Asimismo, desde el Instituto de Medicina Legal se va a aconsejar a los familiares de los fallecidos por muerte súbita que se pongan en contacto con la Unidad de Cardiopatías Familiares del Hospital de Ciudad Real para que puedan determinar si alguno de ellos tiene alguna enfermedad cardiaca.
La unidad empezó a funcionar en enero para tratar este tipo de patologías y cuenta con varios cardiólogos y especialistas en Hemodinámica y Arritmias. Atiende de forma directa a las familias, sin necesidad de que tengan que acudir primero a su médico de Primaria ni al cardiólogo general.
El protocolo se presentará el próximo sábado en el Colegio de Médicos de Ciudad Real en una jornada titulada ‘Abordaje multidisciplinar de la muerte súbita’, acto que contará con la participación de los forenses María Jesús Delgado y Jesús Martín Tabernero y de Jesús Piqueras.
Asistirán también la médico especialista en patología cardiovascular del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, María Paz Suárez, y la directora de la Unidad de Valoración de Riesgo de Muerte Súbita del hospital ‘La Fe’ de Valencia, Esther Zorio, pionera en la detección y tratamiento de la muerte súbita por cardiopatías genéticas en la Comunidad Valenciana.