La Ley Tributaria del Gobierno regional está diseñada para que los ciudadanos con menor capacidad económica reciban más
El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha resaltado que el objetivo de la política tributaria del Gobierno de Emiliano García-Page es gravar a los ciudadanos en función de su capacidad económica.
Ruiz Molina ha aclarado que los impuestos que se modifican con esta Ley no afectan a las empresas.
Toledo, 22 de abril de 2016.- La Ley de Medidas Administrativas y Tributarias del Gobierno de Castilla-La Mancha permite que, dentro de las limitadas capacidades normativas que tienen las Comunidades Autónomas en relación con los impuestos, se eleven ligeramente, en algunos tributos, los tipos impositivos para que unos pocos ciudadanos, los de mayor capacidad económica, paguen más en beneficio de quienes más lo necesitan, que recibirán unos mejores servicios sociales.
Así lo ha explicado el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, durante el debate de aprobación de esta Ley, hoy en las Cortes regionales, en el que ha destacado que el Gobierno regional ha hecho determinadas modificaciones tributarias para llegar a conseguir que se grave a los ciudadanos en función de su capacidad económica.
En este sentido, Ruiz Molina ha destacado que hay dos tipos de política fiscal, una, la que hoy pone en marcha el Gobierno de Emiliano García-Page y, otra, la que hizo el PP durante sus últimos cuatro años en el Gobierno, que consistió en “subir impuestos, al mismo tiempo hacer recortes y, ya lo que es imposible, aumentar la recaudación, bajar las prestaciones de los ciudadanos y encima duplicar la deuda”.
“En eso han sido expertos y estoy todavía intentando adivinar de qué manera se pueden conseguir unos efectos tan desastrosos tanto desde el punto de vista social como desde el punto de vista financiero y, además, incumpliendo el déficit”, ha enfatizado el titular de Hacienda y Administraciones Públicas.
Ruiz Molina también ha lamentado durante su discurso que el PP diga auténticas barbaridades en relación con los impuestos en Castilla-La Mancha, llegando incluso a enfadar a los ciudadanos, que saben perfectamente los impuestos que está pagando y que ninguno de los tributos que se modifican con la Ley aprobada hoy afecta a las empresas.
Así, ha explicado que el impuesto sobre Sucesiones y Donaciones no lo pagan las empresas, lo pagan las personas físicas y, por lo tanto, en ningún caso afectará a la actividad empresarial como para que el empresario adopte la decisión de deslocalizarse.
Concretamente, en el impuesto sobre Sucesiones, tanto por herencia como por donación, ha resaltado el titular de Hacienda y Administraciones Públicas, no se paga cuando lo que se transmite es un negocio porque hay una bonificación del 99% y al 1% restante hay que aplicarle el resto de reducciones que establece la Ley.
Asimismo, el impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados tampoco es satisfecho por las empresas.
En cuanto al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, que el PP aboga por bajar en beneficio de los más castigados, Ruiz Molina ha recordado que “precisamente los más castigados son aquellos que no tienen que hacer la Declaración de la Renta porque están en paro”.
“Tiene el PP un especial empeño en ir en contra de la política progresiva que defiende este Gobierno porque le gusta subir la imposición indirecta, que la pagamos todos, sin tener en cuenta nuestras condiciones personales ni nuestra capacidad económica”, ha aclarado el titular de Hacienda y Administraciones Públicas a este respecto.
En relación con las enmiendas presentadas por el PP a la Ley de Medidas Administrativas y Tributarias, Ruiz Molina ha resaltado que le recuerdan al comportamiento que ha tenido el PP con los empleados públicos, ya que “durante cuatro años los han machacado y ahora tienen cargo de conciencia y pretenden recuperar todos sus derechos en un solo ejercicio”. Lo mismo hacen con estas enmiendas, al haber estado machacando a los ciudadanos de una doble manera durante su etapa en el Gobierno, por un lado, subiéndoles los impuestos y, por otro, recortándoles el gasto a aquellos que más lo necesitaban.