La Consejería de Bienestar Social pretende retrasar la entrada de las personas mayores en residencias, para evitar el desarraigo, facilitando la permanencia en sus casas mediante la puesta en marcha de programas de ayuda a domicilio, teleasistencia y la transformación de los hogares en centros de día.
Según datos facilitados esta mañana en Toledo por el consejero de Bienestar Social, Julio Fernández Mato, desde la asunción de las competencias del INSERSO la Junta ha incrementado el número de plazas públicas y privadas y ha conseguido eliminar la lista de espera para asistidos, algo que sólo se produce en Navarra, La Rioja y Murcia.
"Esta reducción puede provocar el denominado 'efecto frontera', de tal forma que se pueden producir solicitudes en Castilla-La Mancha de mayores procedentes de Madrid, que sí que tiene una amplia lista de espera", ha señalado el consejero, quien ha añadido que "es requisito indispensable para poder optar a una plaza en la región llevar dos años empadronado en la Comunidad Autónoma".
La Consejería de Bienestar Social dedicará este año al apartado de mayores 9.000 millones de pesetas. Además del importante esfuerzo presupuestario para reducir a cero la lista de espera, la Consejería ha modificado el baremo que procedía del INSERSO.
"Se han rebajado de 145 a 120 los puntos necesarios para optar a una plaza asistida y se han introducido en el baremo algunos factores para hacer éste más trasparente, cargando las tintas en la situación sociofamiliar" ha dicho Fernández Mato.
La desaparición de la lista de espera en residencias de mayores asistidos, aquellos que necesitan atención en un centro especializado, llevará a la Consejería de Bienestar Social a volcar sus esfuerzos en las listas de espera de válidos.
Según datos del consejero, en Castilla-La Mancha hay 300.000 (el 20% de la población) personas mayores de 65 años, un 5% de las cuales se encuentran ingresadas en una residencia de la tercera edad.
En Castilla-La Mancha, el número de plazas en residencias de mayores de la Junta -propias, concertadas, conveniadas o viviendas tuteladas- se ha incrementado en los dos últimos años un 42%.
Así, de las 2.547 que había en 1995 se pasó a 3.146 en el 96 y 3.621 plazas en 1997. De éstas, 2.100 plazas son propias de la Junta, 398 conveniadas, 681 concertadas y 442 en viviendas tuteladas. A las que hay que sumar las más de 9.000 plazas en residencias privadas.
Alcanzado el objetivo de acabar con la lista de espera de asistidos, la Consejería centra ahora sus esfuerzos en los válidos donde la lista de espera es de 490, 1 en Albacete, 48 en Ciudad Real, 78 en Cuenca, 104 en Toledo y 259 en Guadalajara.
"Se pretende que todo aquel, que según los servicios sociales, necesite una plaza en residencia la tenga en un plazo relativamente breve", ha dicho Fernández Mato.
El Consejero de Bienestar Social ha anunciado que el Plan Gerontológico de Castilla-La Mancha está estudiando potenciar otra serie de recursos y servicios que retrasen las solicitudes de entrada en residencias.
"Lo que pretendemos es que la persona mayor viva el mayor tiempo posible en su casa y retrase su petición de entrada en una residencia, con el objetivo de evitar el desarraigo", ha señalado el consejero.
Por ello, se continuarán con los programas de ayuda a domicilio y se extenderá a toda la región el de teleasistencia mediante convenio con Cruz Roja, y se abordará un plan de transformación de los hogares en centros de día.
El objetivo de la Consejería es que estos hogares cuenten en un plazo de dos años, además de con un bar, con servicio de comedor, peluquería, podología y lavandería, para lo que ha previsto un presupuesto de 300 millones.
La Consejería cuenta con 37 hogares propios y el resto se mantienen mediante convenios con los ayuntamientos. En este momento, una vez inaugurado el de Daimiel, se están supervisando las obras del hogar de Ocaña, Mocejón, Illescas y Almadén. Asimismo, está en ejecución el de Piedrabuena, y se ha puesto en marcha el de Navahermosa.
La pretensión es "atender a la parte más necesitada de la sociedad, que son los mayores, para que 'mayor' no sea sinónimo de marginación o pobreza", ha señalado el consejero.
Alzehimer
Según datos de la Consejería de Bienestar Social, entre un 40 y un 50% de la población mayor de 75 años padece alzehimer, por lo que su departamento está colaborando para que estas personas reciban el tratamiento adecuado.
En concreto se pretende poner en marcha un centro de día en Talavera de la Reina y otro en Toledo, a la vez que se dedicará una planta a las personas que padezcan esta enfermedad en las residencias asistidas de Albacete y Ciudad Real.