En estos días, la Dirección General de Cultura ha iniciado los trámites previstos en la Ley de Patrimonio Histórico de Castilla-La Mancha para declarar Bien de Interés Cultural, con la categoría de "monumento", la Torre Mangana de Cuenca.

La Torre Mangana de Cuenca es uno de los inmuebles más característicos de esta ciudad y los primeros datos que se tienen de él datan del siglo XVI, cuando a finales de esta centuria fue sometido a distintas obras. A principios del XIX, el arquitecto Mateo López se encargó de reparar los daños que había sufrido la Torre Mangana durante la Guerra de la Independencia.

Ya en 1926 se realizaron en este edificio nuevas reformas, dándole un marcado estilo neomudéjar, muy del gusto de esa época.

Su aspecto actual se debe a una nueva modificación que se llevó a cabo en 1970 por el arquitecto Víctor Caballero, que le proporcionó un aspecto fortificado de arquitectura militar.

Una vez sea declarada definitivamente Bien de Interés Cultural, la Torre Mangana así como su área colindante tendrán un mayor grado de protección y todas las obras que deban realizarse tendrán que ser informadas previamente por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Cuenca o, directamente, por la Dirección General de Cultura.