La concesión de la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha al pintor toledano Rafael Canogar, junto a las otras personas que le han precedido en recibir este reconocimiento de la comunidad autónoma, permite afirmar, según resaltó hoy el consejero Portavoz, Emiliano García-Page, que los castellano-manchegos son profetas en su tierra.

“Rafael Canogar es profeta en su tierra y, junto con él, otros muchos castellano-manchegos son los que han recibido el reconocimiento de esta tierra, a través de las 26 Medallas de Oro que la comunidad autónoma ha concedido a lo largo de los últimos años”, agregó García-Page.

El Gobierno regional cree que “la mejor manera de conmemorar el día de todos los castellano-manchegos, que este 31 de mayo se celebrará en Talavera de la Reina (Toledo), es acrecentar el orgullo de Castilla-La Mancha mediante el reconocimiento público de determinadas personas que representan lo mejor de nuestra tierra en el ámbito nacional e internacional”, dijo el consejero Portavoz.

De hecho, tal y como resaltó García-Page, la inmensa mayoría de quienes han recibido esta máxima distinción tienen un amplísimo abanico de reconocimiento nacional e internacional y Canogar es uno de los que más.

Rafael Canogar nació en Toledo en 1935 y fue miembro fundador del grupo El Paso, que desarrolló una intensa actividad cultural entre los años 1957 y 1960.

Sobre su obra se han realizado numerosas exposiciones retrospectivas en destacados museos, tanto de España como del resto del mundo, entre ellos el Museo Nacional de Arte Contemporáneo, ubicado en Madrid, o en el Museo de Arte Moderno de París

Este gran pintor de Castilla-La Mancha ha recibido por su obra importantes premios y distinciones internacionales o nacionales, entre los que figuran la Paleta de Oro en el Festival Internacional de Pintura, Cagnes (1969); el Gran Premio de la Bienal de Sao Paulo, Brasil (1971); el Gran Premio de la Trienal Internacional de Pintura, Sofía (1982); el Premio Nacional de Artes Plásticas, Madrid (1982); el Chevalier L’Ordre des Artes et Letrres, Francia (1985); o la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica, Madrid (1991).

La primera Medalla de Oro de Castilla-La Mancha se concedió en 1985 al Rey Juan Carlos I y las sucesivas han sido para destacadas personas o instituciones como José María Maravall, Antonio Buero Vallejo, Pedro Mercedes, Federico Martín Bahamontes, la Compañía de las Hijas de la Caridad, el Museo de Arte Abstracto de Cuenca, Francisco Nieva, Pedro Almodóvar, el príncipe Felipe de Borbón, Antonio Gala, Gabino Díaz Merchán y José Luis Cuerda, entre otros.