Su Majestad el Rey Don Juan Carlos y el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, coincideron hoy al poner en valor la calidad de los trabajos periodísticos premiados, así como la sensibilidad en el tratamiento de realidades que no se deben olvidar.

El monarca español y el presidente autonómico hicieron estas aseveraciones esta mañana en la XXIV edición de los Premios Internacionales de Periodismo Rey de España y la III edición del Premio Don Quijote que patrocina la Agencia Efe y la Agencia Española para la Cooperación y que ha tenido lugar en la Casa de América en Madrid.

En este contexto S.M el Rey destacó la temática de los trabajos que abarcan desde la inmigración, la violencia en las grandes urbes, los desplazados por las guerras y conflictos, hasta el drama de la explotación de los niños en los países en desarrollo o la integración social de los discapacitados. “Trabajos premiados que en el caso del Premio Don Quijote nos deleitan en el uso de la lengua”, aseveró.

Del mismo modo destacó la creación del Premio Don Quijote, que distingue la calidad lingüística, el buen uso, la defensa y el enriquecimiento del idioma español en el trabajo periodístico y que cumple hoy su tercer aniversario bajo el patrocinio del Gobierno de Castilla-La Mancha.

A juicio del Rey don Juan Carlos estos premios promueven el ejercicio de una profesión basada en dos pilares esenciales: la libertad de expresión y el derecho de los ciudadanos a una información veraz y ética. Además aseguró que los trabajos premiados consagran el periodismo de investigación, en su papel primordial de búsqueda de la verdad en libertad.

Por su parte el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, advirtió que “con la lengua se expresan los corazones y los hispanohablantes compartimos la misma lengua”. En este punto recordó que si la patria es el idioma, “todos somos compatriotas y habitantes del territorio de La Mancha”.

Barreda aseveró que hoy, en este lugar del territorio de La Mancha, nos convocan los Premios Internacionales de Periodismos Rey de España y Don Quijote, y destacó que todos los trabajos tienen en común el compromiso político y la denuncia social de actuaciones injustas.

En este sentido, aplaudió el valor y la categoría de los premiados por informar de asuntos de la vida que no deben quedar en el olvido. Barreda que se mostró convencido que los premios se definen por la categoría de quienes los reciben aseveró que estos galardones son la recompensa por una buena acción y un buen servicio, en este caso por informar.

El presidente castellano-manchego, que destacó la importancia y el calado de estos galardones internacionales, tuvo palabras especiales y de reconocimiento para todos los premiados, en especial para Verónica Toller y Estela Gigena, merecedoras del premio Don Quijote, por los reportajes titulados "La ciudad del silencio", publicados en el diario "El Día de Gualeguaychú", de Entre Ríos.

La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, aseguró que estos premios convierten en extraordinario un acto menor. Así puso en valor la labor de los periodistas por acercar a los ciudadanos a la realidad y opinó que “un mundo sin información nos llevaría al aislamiento y los medios de comunicación son el único camino para evitarlo”.

Por su parte el presidente ejecutivo de la Agencia Efe, Alex Grijlemo, se mostró convencido de que estos premios harán que muchos se reconcilien con el auténtico significado de la palabra “periodismo” pues reconocen el “periodismo que alienta las emociones que impulsan a cambiar el mundo”.

Premiados

El trabajo de dos periodistas argentinas, Verónica Toller y Estela Gigena, fue merecedor del premio Don Quijote, por los reportajes titulados "La ciudad del silencio", publicados en el diario "El Día de Gualeguaychú", de Entre Ríos.
El brasileño Frederico Neves obtuvo el premio en la categoría de Televisión, en la que la venezolana María Angélica Correa de Lugo recibió una mención honorífica. Neves fue premiado por el trabajo "Falcâo-Meninos do tráfico", difundido en la cadena Globo, y en el que narra la vida de los niños involucrados en el tráfico de drogas en los barrios de favelas.

El también brasileño Marcelo Carnaval Valporto de Almeida recibió el premio de Fotografía por la imagen titulada "Mâe" (Madre), publicada en el diario "O Globo", en la que una mujer sostiene entre sus brazos el cuerpo de su hijo, asesinado a tiros.

El jurado incluyó una mención honorífica a Marcos Antonio Fernandes por una serie de fotografías tituladas "Os meninos da luz vermelha" (Los niños de la luz roja), publicadas en el "Diario do Comércio" de Sao Paulo, en la que se muestra el robo a una conductora.

El premio de Prensa fue concedido a los argentinos Silvina Heguy y Julio César Rodríguez, por un reportaje de investigación sobre el tráfico de bebés en la región de Santiago del Estero, publicado en el diario "Clarín".

Los colombianos Élber Gutiérrez Roa y Carlos Alberto Arango Ortiz recibieron el de Periodismo Digital, entregado por primera vez este año, por el trabajo "Caracolí: reportaje al sur de Bogotá", publicado en "semana.com" y que refleja los intentos de miles de desplazados por el conflicto armado para rehacer sus vidas.

El Premio Iberoamericano correspondió al peruano Martín Mucha, cuyo trabajo, una serie de artículos sobre la inmigración, fue publicado en el diario español "El Mundo".

La periodista española Sandra Camps fue premiada con el galardón de Radio por "Voces silenciadas: Josep M. Alaña", emitido en Radio Nacional de España, sobre la integración social de los discapacitados.

El trabajo de dos periodistas argentinas, Verónica Toller y Estela Gigena, fue merecedor del premio Don Quijote, por los reportajes titulados "La ciudad del silencio", publicados en el diario "El Día de Gualeguaychú", de Entre Ríos.

El Premio Don Quijote y el Premio Iberoamericano están dotados con 9.000 euros cada uno. Los correspondientes a las categorías de prensa, televisión, radio, fotografía y periodismo digital con 6.000 euros.

El colofón a este acto, que tuvo como anfitrión al director de la Casa de América, Miguel Barroso, lo puso la cantante María Dolores Pradera que deleitó con sus canciones a casi un millar de asistentes y se mostró esperanzada en que la palabra que utilizan tanto periodistas como cantantes sirva para unir a los pueblos.