El Museo de Cuenca acoge una exposición sobre la importancia del metal en las sociedades prehistóricas de Castilla-La Mancha
El delegado de la Junta, Ángel Tomás Godoy, ha asistido a la inauguración de esta muestra, que reúne un centenar de piezas procedentes de museos gestionados por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha: los museos de Albacete, Cuenca, Guadalajara, Santa Cruz (Toledo) y del Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha
El delegado de la Junta, Ángel Tomás Godoy, ha asistido este viernes a la inauguración de la exposición temporal “La ostentación del poder. Metalurgia en la Prehistoria y la Protohistoria”, centrada en la importancia que tuvo el metal en las sociedades humanas que ocuparon el territorio que actualmente conforma nuestra Comunidad Autónoma.
La muestra, que se puede visitar hasta el 1 de mayo en la sala de exposiciones temporales del Museo de Cuenca (c/ Princesa Zaida”, comenzó su andadura en 2016 en el Museo de Ciudad Real, donde fue comisariada por los arqueólogos Honorio Javier Álvarez y Manuel Molina; ha continuado en el Museo de Guadalajara y llega al Museo de Cuenca adaptada, por su dirección y personal técnico, a las dimensiones del espacio que la contiene y a las características de la provincia. Precisamente, el delegado de la Junta ha querido agradecer el trabajo que realiza el equipo humano del Museo de Cuenca, encabezado por su directora, Magdalena Barril.
Se trata de una exposición que reúne un centenar de piezas procedentes de museos gestionados por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha: los museos de Albacete, Cuenca, Guadalajara, Santa Cruz (Toledo) y del Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha.
Dividida en ocho módulos, la muestra hace hincapié en los importantes cambios de orden social que trajo consigo la metalurgia: desde las dificultades inherentes a la extracción y la manipulación del mineral, que significó que al principio sólo pudiese ser accesible a las élites; hasta la generalización de su uso con la irrupción de la metalurgia del hierro, observándose, no obstante, una clara distinción de los grupos sociales en función del acceso al mismo.
La muestra destaca por un discurso didáctico en el que se combinan espacios que reconstruyen hornos de las edades del Bronce y del Hierro, talleres de orfebrería ibérica, de acuñación de moneda o una herrería; junto una magnífica selección de objetos de cobre, bronce, hierro, oro, plata y plomo, que van desde el Calcolítico hasta finales del mundo ibérico. Todo ello ilustrado por una serie de audiovisuales.
Las piezas más antiguas que forman parte de la muestra proceden del yacimiento calcolítico del Valle de las Higueras (Toledo), datadas en el 2.500 a.C. aproximadamente. La Edad del Bronce está representada, entre otros, por yacimientos emblemáticos de Ciudad Real como La Encantada o Los Dornajos en Cuenca, así como moldes de fundición de la Loma del Lomo de Cogolludo (Guadalajara).
De la Primera Edad del Hierro destaca el ajuar de la tumba orientalizante de Casa de Carpio (Toledo) o un timaterio de Albacete, junto con ajuares procedentes de los cementerios celtibéricos de Guadalajara.
De época prerromana o paleohispánica hay que subrayar las necrópolis conquenses de La Virgen de la Cuesta, en Alconchel de La Estrella y de los Canónigos en Arcas de Villar. Particular interés tiene el apartado dedicado a la orfebrería donde destacan las piezas de talleres de orfebre de las provincias de Ciudad Real y Cuenca.