El consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda, Julián Sánchez Pingarrón, ha asistido en representación del Gobierno regional a la capilla ardiente de María Isbert, situada en el Teatro Circo de Albacete, donde ha destacado la labor de esta actriz “como embajadora de Albacete y de Castilla-La Mancha”.
Sánchez Pingarrón ha trasladado a la familia “un saludo afectuoso del presidente Barreda y la admiración de todos los castellano-manchegos a esta gran actriz y gran persona”.
Entre los numerosos premios que logró a lo largo de su carrera, destacan la Medalla de Plata de las Bellas Artes (1987), y el nombramiento en 2008 como Académica de Honor de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España. Además, en 1998 recibió el Premio Nacional de Teatro José Isbert de la Asociación de Amigos del Teatro Circo de Albacete.
María Isbert comenzó su carrera de la mano de su padre, Pepe Isbert, con quien debutó en 1936 en la obra de Alejandro Casanova ‘Nuestra Natacha’. Desde entonces, trabajó en películas como ‘La vida empieza a medianoche’, 'Un hombre de negocios', 'El verdugo', 'Viridiana', 'La Lola se va a los puertos', 'Botón de ancla', 'Currito de la cruz', 'Sor intrépida', 'Recluta con niño', 'Los ladrones somos gente honrada', 'El cochecito' o ‘Amanece, que no es poco’.
Todos los ciudadanos que lo deseen, podrán acercarse a lo largo de este martes a la capilla ardiente de la veterana actriz, que ha sido abierta en el Teatro Circo de Albacete. Allí permanecerá hasta las diez horas de mañana miércoles, para después ser trasladada a la localidad de Tarazona de La Mancha (Albacete), donde se oficiará el funeral.
María Isbert, fallecida a los 94 años en Villarrobledo (Albacete), era hija y madre de actores: su padre fue José Isbert, uno de los grandes intérpretes de la escena española, y uno de sus siete hijos, Tony, ha continuado con la tradición familiar.