El Gobierno de Castilla-La Mancha aborda con representantes de los autónomos de la región el futuro Plan de Autoempleo
El viceconsejero de Empleo, Francisco Rueda, y la directora general de Programas de Empleo, Elena Carrasco, han presentado un análisis de la situación de los autónomos en la región y los objetivos que persigue el Plan, durante la mesa de trabajo de Autoempleo del Eje 2 del Pacto.
Toledo, 4 de febrero de 2016.- El Gobierno regional ha abordado esta mañana con representantes de los autónomos de Castilla-La Mancha el diseño del Plan de Autoempleo de Castilla-La Mancha, integrado en el Plan Extraordinario por el Empleo, y con conexiones directas con el Plan Adelante 2016-2019 de fortalecimiento empresarial.
De este modo, el viceconsejero de Empleo, Francisco Rueda, y la directora general de Programas de Empleo, Elena Carrasco, han presidido esta mañana la mesa de trabajo de Autoempleo, incluida en la mesa del Eje 2 del Pacto por la Recuperación Económica de Castilla-La Mancha, un espacio en el que han participado representantes de CECAM, OPA, UPTA, UCTACAM, ATA, UATAE, CEAT CLM, del Instituto de la Mujer, representantes de la Red Regional de Grupos de Acción Local, y de los agentes de Desarrollo Local.
Durante este encuentro, Elena Carrasco ha detallado el análisis que la Consejería de Economía ha realizado sobre la situación de los autónomos en la región, un análisis que señala que, entre 2008 y 2015, el número de afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos ha tenido la mitad de pérdidas que el número de afiliados a la Seguridad Social del resto de trabajadores, el 6,72% frente al 13,75%.
Políticas activas que hagan posible el éxito del emprendedor
Tras esta evaluación, la directora general ha detallado a los participantes en la reunión los objetivos que persigue el Plan de Autoempleo, “que se trabajará de forma coordinada con el Plan Adelante” y que pasa por “diseñar unas políticas activas de empleo que hagan posible el éxito del emprendedor, por plantear un Programa Integral de Acompañamiento, facilitando servicios de asesoramiento que se basen en el análisis de la viabilidad del proyecto, por generar responsabilidad y autoconfianza y por crear los paquetes de formación necesarios que profesionalicen al emprendedor”.
Por último, Carrasco ha propuesto a los participantes en la mesa de Autoempleo “que propongan ideas que permitan desarrollar una cartera de servicios básicos homogénea, con un itinerario de acompañamiento al autónomo basado en criterios de calidad y sistemas de seguimiento y evaluación que serán establecidos por la Administración, con la colaboración y el consenso de las entidades colaboradoras”.
Gran estacionalidad del trabajo autónomo
Durante la reunión se han analizado en profundidad datos del estudio realizado por la Consejería y que señalan “que el trabajo autónomo tiene una gran estacionalidad”, como ha explicado la directora general, quien ha indicado que “su mayor pico es entre marzo y junio, mientras que el resto de año se mantienen equilibradas altas y bajas y siempre baja en diciembre y enero”. Además, ha señalado que el perfil de un autónomo es hombre, entre los 40 y los 55 años, español, que trabaja en el sector Servicios, con una antigüedad de cinco o más años, no tiene capacidad para generar trabajo de cuenta ajena, a excepción de las campañas agrícolas y cotiza al RETA por la base mínima.
En cuanto a las trabajadoras autónomas, Elena Carrasco ha resaltado que, aunque sólo son el 29,93% del total, “han sabido mantenerse con escasas variaciones desde 2008 y una recuperación marcada desde el año 2013”.
Por la experiencia de anteriores campañas de ayudas al colectivo de autónomos, el análisis realizado por la Consejería desvela que “todas las líneas que se basan en la ayuda al inicio de la actividad no han servido para garantizar el éxito del proyecto, y al final hay petición de reintegro y de intereses generados, una situación nada deseable para alguien que emprende un proyecto”.
En el análisis del fracaso, el estudio desvela que “éste depende en la mayoría de casos del propio emprendedor, porque tiene una falta de conocimiento sobre gestión del negocio, sobre el sector, escaso planteamiento de estrategias de marketing y distribución y muy poca experiencia con nuevas tecnologías, además de faltarle mucha información sobre fuentes de financiación. De ahí que, el índice de fracaso en los primeros 42 meses sea muy alto”, concluye la directora general.