Ruiz Molina ha calificado el presupuesto para 2021 como “eminentemente inversor”, ya que duplica los recursos destinados a infraestructuras de carácter básico porque, aunque estamos ante una situación excepcional, este presupuesto también debe ser una oportunidad para conseguir la modernización del tejido productivo castellano-manchego y la influencia directa que esa modernización tiene que tener desde el punto de vista de la generación de empleo.