García-Page avisa que la amenaza de recentralización de competencias  “es un ataque al ejercicio de la función pública bien prestigiado con llevamos a cabo en la región” y se pregunta a qué viene ahora plantarse el que tengan que volver las competencias educativas a Madrid. “Meter en cintura a las autoridades educativas que enseñan lo que no deben no hace falta tocar a los demás” y menos, ha dicho, “ofender a los que venimos haciéndolo de una manera íntegra y expansiva” desde hace mucho tiempo. Alguien ha pensado lo que implica un proceso de recentralización en perdida de condiciones laborales para os trabajadores, perdida de esfuerzo inversor.