"Toda una estrategia orientada a que nuestras cooperativas sean más grandes. En el sector vitivinícola, la facturación mínima (de las EAPIR resultantes) va a ser 45 millones de euros. Necesitamos empresas más grandes de las que tenemos; no más grandes en kilos de uva -que las tenemos- sino más grandes en facturación, en millones de euros. De esa manera, seremos capaces de condicionar los mercados internacionales que es el principal objetivo en el que estamos inmersos, en una apuesta por la calidad que acabará repercutiendo en los viticultores".