"Desde el Gobierno regional no negamos el agua a otras regiones, entendemos las necesidades que hay pero lo que nosotros pedimos es que, hoy que estamos en una democracia se escuche a Castilla-La Mancha, se tenga en cuenta sus reclamaciones y se evalúe esta infraestructura que se aprobó en una dictadura, teniendo en cuenta las necesidades de nuestra región, las necesidades de agua, la necesidad de aminorar la presión sobre la cabecera del Tajo y teniendo en cuenta el estado medioambiental del rio Tajo que desafortunadamente  a día de hoy está en un estado lamentable".