La gestión de la vivienda ha estado abandonada en estos últimos años en esta región. Solo se limitaba a una gestión patrimonial de cobro de alquileres que en muchos casos ni siquiera se cobraban y que ha ido aumentando la morosidad del pago de esos alquileres de esas viviendas públicas que son un recurso escaso y muy valioso. Desde el Gobierno regional nos planteamos que no podíamos seguir en esa línea, que teníamos que trabajar por la vivienda de una manera responsable y teniendo en cuenta las diferencias o características de cada familia y haciéndonos cargo de porque no pagaban alquiler cuál era su situación y trabajar con esas familias