DG de Economía Circular y Agenda 2030

Respuesta Europea ante el Cambio Climático

En Europa la lucha contra el cambio climático es una prioridad fundamental de la estrategia de desarrollo sostenible, lo que explica que desde hace mucho se sitúe a la vanguardia de las iniciativas internacionales de lucha contra el cambio climático comprometiéndose a convertir Europa en una economía con alta eficiencia energética y bajas emisiones de carbono.
 
La Estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador incluye cinco objetivos principales que ponen de manifiesto cuál debería ser la situación de la UE en 2020. Uno de ellos se refiere al clima y la energía. Los objetivos climáticos y energéticos que se ha propuesto para 2020 figuran entre los más ambiciosos del mundo y es la primera región que ha aprobado legislación vinculante para conseguirlos. Estas medidas reducirán las emisiones de GEI a un 20 % por debajo de los niveles de 1990 en 2020 y garantizarán además que, para entonces, al menos el 20 % de la energía de la UE provenga de fuentes renovables, como la eólica y la solar. La UE se ha propuesto también mejorar su eficiencia energética en un 20 % para el mismo plazo. Por otra parte, la UE se ha brindado a aumentar su cifra de reducción de emisiones de GEI para 2020 del 20 % al 30 %, si otras grandes economías contribuyen en su justa medida al esfuerzo internacional de reducción.
 
Y, a largo plazo, Europa se ha fijado el objetivo de reducir sus emisiones hasta situarlas entre un 80 % y un 95 % por debajo de los niveles de 1990 para 2050. En marzo de 2011 la Comisión Europea publicó una hoja de ruta exponiendo la manera más eficiente con relación al coste de alcanzar este objetivo. La Hoja de ruta hacia una economía hipocarbónica competitiva en 2050 describe los objetivos intermedios que permitirían indicar si la UE está en vías de alcanzar su objetivo, los retos políticos y las necesidades y oportunidades de inversión en los diferentes sectores, teniendo en cuenta que el objetivo de reducción del 80 %-95 % de la UE debe alcanzarse en gran parte a nivel interno. El enfoque se basa en la idea de que se requieren soluciones innovadoras para movilizar inversiones en energía, transporte, industria y tecnologías de la información y la comunicación y de que es preciso hacer mayor hincapié en las políticas de eficiencia energética.
 
La piedra angular de la estrategia de la UE en la lucha contra el cambio climático es el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE UE), introducido en 2005. Se trata del primer y mayor sistema internacional de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero y ha conseguido que en los consejos de las empresas se hable del cambio climático al poner precio a sus emisiones de carbono. A partir de 2013, un sistema reforzado contribuirá de manera decisiva al logro de los objetivos de la Unión Europea en materia de clima y energía para 2020 y más allá.
 
Aunque el mundo consiga reducir drásticamente las emisiones de GEI, el cambio climático seguirá siendo cada vez más pronunciado durante décadas debido a los efectos retardados de las emisiones que ya se han producido. La adaptación al cambio climático ha de acompañar, por tanto, como complemento indispensable a la reducción de emisiones.
Además de la ayuda a países en desarrollo, en la propia Europa, la adaptación es necesaria a todos los niveles, desde el ámbito europeo hasta el local. La Comisión Europea ha creado un marco para reforzar la capacidad de resistencia de Europa al cambio climático, y está preparando una estrategia integral de adaptación de la UE, que se publicará en 2013.

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