Discurso de la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, en el acto institucional del Día de la Región
Queridos amigos,
Quisiera que mis palabras trascendieran los muros de este hermoso
Palacio del Infantado y llegasen a todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha.
Conmemoramos el vigésimo noveno aniversario de la constitución de nuestras Cortes Regionales y también celebramos el XXX Aniversario del Estatuto de Autonomía, que fue aprobado por las Cortes Generales el 10 de agosto de 1982.
Tres décadas de autogobierno nos han permitido reafirmar nuestra identidad política, social y cultural y marcar la vereda por donde ha de discurrir nuestra comunidad autónoma y nuestro futuro en particular.
Aquella ambición primera, el deseo de elegir nuestro propio camino en
esta tierra de todos que es España, ha ido sumando con el tiempo
nuevas esperanzas y propósitos.
Hoy tenemos en las manos un proyecto ilusionante: Castilla-La Mancha.
Un proyecto ilusionante que compartimos todos, estoy segura de ello, en
el afán de convertirla en una de las regiones más florecientes de Europa.
Éste es, sin duda, uno de los grandes anhelos de esta región hermosa,
variada y plural como es la nuestra: el sueño de Toledo, Albacete,
Cuenca, Ciudad Real y también Guadalajara.
De una Guadalajara que hoy nos acoge cariñosa y afectuosa para
festejar este solemne Día de la Región.
Y cuya historia, como la de este gran palacio ducal de los Mendoza, está
íntimamente ligada a la historia de España, y a la literatura.
Desde el Arcipreste de Hita a Santa Teresa, que en su libro de ‘Las
Fundaciones’ recordaba y recuerda para todo el que tenga a bien
acercarse a una lectura, que además de devota es muy entretenida, los
inicios de la orden carmelita en esta provincia. Pues desde ellos hasta
nuestros días son muchos los pensadores, escritores, hombres y mujeres
de letras que se han acercado a esta maravillosa provincia.
Desde Moratín, que pasó temporadas enteras en su casa de Pastrana. O
Jovellanos, huésped ilustre de Jadraque.
Galdós, la Pardo Bazán, en su ‘España Pintoresca’, Baroja, Ortega y, por
supuesto, Cela con su célebre ‘Viaje a La Alcarria’.
Sin olvidar que nuestro ilustrísimo dramaturgo, Don Antonio Buero
Vallejo, nació en esta ciudad.
En esta tierra nacieron también los integrantes del Retén de Cogolludo.
Y no quiero continuar mi intervención sin mostrar mi reconocimiento y
solidaridad con los familiares de las víctimas del incendio de la Riba de
Saelices, que dieron su vida por salvar lo que es de todos.
Once héroes que dieron su vida por lo que es de todos, y cuya memoria
hoy honramos con la entrega de estas medallas de oro.
No es un tributo que le hace solo el Gobierno de Castilla-La Mancha a las
familias, es un tributo que le hacemos todos los ciudadanos de Castilla-
La Mancha.
Porque todos nos jugamos mucho en este empeño, que es defender y
ver florecer a nuestra región. Nos jugamos el porvenir y el destino de las
futuras generaciones.
Y tenemos una gran responsabilidad. Una responsabilidad que tenemos
que medir y en la cual tenemos que acertar. La urgencia del acierto en
las decisiones que adoptemos.
Desde que asumí la Presidencia de Castilla-La Mancha y desde que
cuento con la fortuna de estar acompañada por un gran equipo de
Gobierno, asumimos la necesidad de defender los intereses de los
castellano manchegos a costa de cualquier precio, a costa de cualquier
ganancia y a costa de cualquier rédito político.
Nuestra región está inmersa en una crisis económica igual que lo está
nuestro país. Pero frente a las crisis hay que plantar cara y frente a los
retos hay que ver cómo se pueden conquistar.
Por eso, nuestras miras, desde el primer momento, estuvieron en lo
perentorio: en allanar la senda para hacer más fácil el crecimiento y que
cuanto antes empiece a brotar el empleo, que es la obsesión de
cualquier Gobernante.
Ni la premura del momento ni las necesidades de nuestra tierra nos han
hecho caer por una tentación fácil.
Ni entonces ni ahora nos hemos dejado arrastrar por un coyunturalismo
táctico ni por la necesidad de mantener un rédito o una estimación.
Yo creo que las maniobras políticas sin el aliento del largo plazo siempre
conducen a un callejón sin salida.
Decía el general De Gaulle que la política es tener una idea sencilla y
fuerte y trabajar en esa idea: la acción en una idea sencilla y fuerte.
Todos los que estamos aquí tenemos esa gran idea sencilla y fuerte:
recuperar la prosperidad y crear empleo. Antes y ahora, la vocación de
este Gobierno ha sido la de servir a los castellano manchegos. Pero para
construir el futuro es imprescindible tener una ilusión colectiva y, por
encima de todo, creer en nosotros mismos.
Creer en un mañana compartido, lleno de esperanzas en el trabajo, en el
esfuerzo y en el mérito común.
Castilla-La Mancha es patrimonio de todos. Es patrimonio de los políticos
y de los ciudadanos, de los artesanos y de los comerciantes, de los
agricultores y de los industriales, de los jóvenes y de los menos jóvenes,
de los hombres y de las mujeres. Es patrimonio de todos. Y ninguno
podemos olvidar nuestras responsabilidades individuales.
La responsabilidad en este caso tiene que ser además compartida. No
solo depende de lo que hagan las administraciones públicas, el Gobierno
de Castilla-La Mancha o los gobiernos municipales.
Depende de que sepamos lo que es lo primordial para sacar adelante
nuestra tierra.
Construir es actuar. Es hacer. Y Gobernar es tomar decisiones y dar
prioridades.
Nosotros sabemos adónde vamos y lo que queremos. Porque para
edificar un porvenir se necesitan también profundas convicciones.
“Quien aspire a ser un hombre ha de ser inconformista”, dijo una vez el
poeta norteamericano Ralph Waldo Emerson. Y quien aspire a lograr una
gran empresa tiene que sentarse siempre sobre el inconformismo.
Sobre el inconformismo nos sentamos muchos de los que estamos
trabajando por nuestra tierra
Lo hemos visto en los premiados hoy. Todos ellos son personas que no
se conformaban con lo que había y con lo que tenían: querían siempre
algo más, algo mejor. Para ellos y para redundar en beneficio de la
sociedad. Y todos ellos lo han conseguido. Y yo estoy convencida de que
con el esfuerzo común también lo vamos a conseguir.
Lo vamos a conseguir creyendo sin vacilaciones en el potencial que tiene
Castilla-La Mancha, en la fortaleza que tiene el carácter emprendedor de
nuestros hombres y mujeres y en el valor que tiene el hecho de que
seamos una sociedad que se asienta en los principios sólidos que tienen
que ver con el valor del trabajo, con el respeto a la autoridad, con la
familia y con la responsabilidad individual.
Y de la misma manera que reconoce como propios estos atributos,
también os digo que no podemos confundir la igualdad con el
igualitarismo, la solidaridad con la simple asistencia social y la justicia
con la nivelación injusta que trata por igual a quienes son diferentes.
Nuestra sociedad tiene que luchar mucho por recuperar el sentido ético
del deber, el respeto hacia los demás y el valor y la consideración por la
obra bien hecha.
Sólo garantizando el prestigio social de los que cumplen con sus
obligaciones y sus compromisos, la sociedad puede avanzar y mirar
hacia adelante.
Hoy hace prácticamente un año sellamos un compromiso con todos los
castellano-manchegos.
Un pacto social tejido alrededor de una aspiración antigua, pero no por
ello menos presente: que Castilla-La Mancha nunca se quede sentada
viendo cómo pasa el crecimiento a nuestro lado.
No pedimos que nos den más que a los demás, pero pedimos estar en
condiciones de igualdad. Y para eso lo tenemos que luchar exactamente
igual que los demás.
No podemos permitir que esta región continúe asistiendo a hechos tan
trascendentes que se producen en España y en el mundo, como es el
avance económico cada vez mayor en otras partes del mundo, y que
nosotros o nuestro país no seamos capaces de dar el empujón definitivo
para salir hacia adelante.
No podemos renunciar, y no vamos a renunciar, a un futuro prometedor.
No podemos renunciar, y no vamos a renunciar, a la promoción social de
nuestros hijos.
No debemos renunciar a un porvenir dichoso para ellos y, sin embargo,
sí tenemos que desterrar la idea de que todo lo podemos solucionar si al
final les dejamos cargados de deudas o de préstamos.
No debemos utilizar la energía de la sociedad para protegernos.
Tenemos que utilizar la energía de la sociedad para progresar.
El mundo va a toda velocidad. Y por lo tanto, el inmovilismo es la postura
más arriesgada. Muchas veces es la más fácil.
Pero yo creo firmemente que tenemos demostrar a los timoratos que ser
audaces es más prudente que la propia prudencia. Y tenemos que
demostrar que el que nunca da nada es el que nunca gana nada.
El peor error que podemos cometer es no haberlo intentado. Y por lo
tanto, la sociedad de Castilla-La Mancha lo va a intentar a base de bien.
Queridos amigos, Castilla-La Mancha ha de animar la iniciativa y premiar
el éxito.
No podemos impedir que los más dinámicos obtengan beneficios
legítimos, porque eso tiene como primera consecuencia empobrecer a
todos los demás.
Yo creo en una sociedad en la que se premie a aquel que quiere trabajar
y que quiere crear riqueza para todos.
Y no podemos cometer nunca más el tremendo error de desmerecer a
quienes tienen la valentía de invertir y poner en pie proyectos
empresariales. En definitiva, de arriesgar su propio patrimonio y su propio
proyecto personal para crear riqueza para todos.
Los emprendedores cuentan con todo nuestro apoyo. Ellos son los que
más contribuyen a la economía de esta región y a crear empleo.
Esto lo hizo hace ya algunos años Carlos Ayuso. Continuador de una
antigua tradición familiar y promotor de unas de las mejores bodegas de
Castilla-La Mancha. Una bodega que ha sabido aunar historia y
modernidad.
Por eso, merece la pena que el trabajo valiente y la paciencia de los
emprendedores o de Bodegas Ayuso sea premiado, como sucede hoy,
porque son un ejemplo de iniciativa y empuje.
Y desde aquel Estola que todos conocemos, que fue nuestro primer vino
en el exterior, hasta nuestros días, ha dado ejemplo de saber comenzar,
estar, crecer, prosperar y crear riqueza y empleo para muchas personas.
Por eso merece la pena el trabajo valiente y la paciencia de los
emprendedores. Merece la pena premiar la iniciativa, la constancia y el
esfuerzo diario, como hemos hecho con Bodegas Ayuso.
De la misma manera que también son dignos de nuestro elogio, nuestra
admiración y nuestro eterno reconocimiento y agradecimiento los
hombres y mujeres que trabajan y colaboran con Cáritas de Castilla-La
Mancha, por su labor de entrega, solidaridad y acogida. Lo hacen en la
situación de necesidad de miles de personas desamparadas, con
aquellos de los que nadie se ocupa y lo hacen de manera tal que ninguna
otra persona o institución pública es capaz de hacerlo. Lo hacen con
cariño y profesionalidad y lo hacen por vocación.
Y cuando la vocación es la entrega a los demás, lo mínimo que podemos
hacer los demás es reconocer esa entrega.
A la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, por
mantener vivas nuestras raíces, orígenes y nuestro rico patrimonio
cultural. Tenemos un gran patrimonio histórico, artístico, cultural y
medioambiental en esta maravillosa región. Y tenemos la obligación de
conservarlo, pero también de expandirlo, enseñarlo, promocionarlo y que
todo el mundo conozca las bellezas que tenemos en nuestra región. No
solo por el orgullo que supone para un castellano-manchego, sino
también y de manera muy importante porque viendo nuestro patrimonio
cultural, intelectual, medioambiental e histórico, también promovemos
nuevas formas de creación de riqueza y una especie de turismo quizá
menos importante cualitativamente, pero más importante
cualitativamente, que nos tienen que ayudar a crear muchos empleos.
Y, por supuesto, nuestro homenaje, a María del Carmen Martínez-
Villaseñor, que tantas alegrías nos ha dado jóvenes, pequeños y
mayores durante tantos años. Yo diría que la humorista española más
importante de nuestro tiempo, una conquense de pro y que ha sabido
compartir sus éxitos con los personajes que ella misma ha creado y que
a veces han trascendido su propia fama. Y esa es una gran generosidad,
precisamente una de las cualidades más importantes de Mari Carmen.
A una conquense que es una española universal, que nos ha hecho reír,
que nos ha hecho recordar los dichos de nuestra Mancha en Doña
Rojelia. Y nos ha hecho sentirnos orgullosos de ser ciudadanos de esta
tierra. Yo le quiero agradecer el habernos hecho reír y sonreír con
placidez, sin estridencias, con cariño y también con apego a la tierra
como ha hecho Mari Carmen durante mucho tiempo.
Sin duda, todos vosotros sois ejemplo de tesón y trabajo bien hecho.
Estamos firmemente convencidos de que con esta elección damos una
muestra más de la categoría de los hombres y mujeres que tenemos en
esta tierra.
Queridos amigos, en estos tiempos hay muchas cosas que tenemos que
hacer, pero la primera de ellas es romper algunas mentiras con las que
algunos nos tratan de hacer ceder en nuestro empeño para salir hacia
delante.
Hay una gran mentira, aquella que asegura que es mejor repartir
colectivamente riquezas inexistentes que ayudar a las personas a
crearlas. Yo creo que no es verdad.
Hay otra gran mentira que nos dice que la deuda no es un problema, que
los Estados, las regiones y los Gobiernos siempre se pueden endeudar y
ya veremos cuándo se paga. Es otra gran mentira.
Yo creo que endeudarse para pagar el gasto corriente de funcionamiento
de unas administraciones o de unos Gobiernos es una barbaridad.
Cuando uno pide un préstamo se tiene que endeudar para financiar lo
que se conoce como la economía productiva. Este es el camino
adecuado.
Por lo tanto, tenemos que recuperar el círculo virtuoso del crecimiento.
Y para ello nació la Ley de Emprendedores Autónomos y Pymes.
Esta mañana el Consejo de Gobierno, que se ha celebrado antes de este
acto del Día de la Región aquí en el Palacio del Infantado, ha aprobado
el Plan de Fomento al Emprendedor, los Autónomos y las Pymes que
desarrolla esta ley.
Este plan tiene medidas de apoyo financiero, medidas de apoyo
económico y medidas que eliminan las trabas administrativas que
podrían desincentivar la iniciativa empresarial.
De todas las disposiciones que pondremos en marcha en las próximas
semanas quiero detenerme en una que considero de vital importancia.
Me refiero al apoyo económico que daremos, una vez las Cortes
aprueben los Presupuestos de la región, a las mujeres autónomas
cuando decidan ser madres.
A partir del octavo mes de gestación y hasta que se cumpla la baja por
maternidad, en total 24 semanas, estas empresarias contarán con una
ayuda de 250 euros semanales. En total, 6.000 euros.
Y estos fondos que les permitirán contratar a otro empleado que les
sustituya en sus labores y tareas profesionales. De tal manera que no
tengan que cerrar su negocio.
Los emprendedores van a contar, además, con el apoyo de la
Administración para garantizar la viabilidad de su negocio, gracias a una
amplia oferta de servicios de asesoramiento financiero, jurídico,
administrativo y fiscal.
También ampararemos la búsqueda de cuantos socios y contactos a
nivel nacional e internacional sean necesarios.
Captaremos recursos financieros donde sea preciso y estudiaremos la
mejor localización geográfica para la implantación de las empresas, con
el único objetivo de que se instalen entre nosotros para generar empleo
en Castilla-La Mancha.
Con este objetivo, disponemos de más de 8,3 millones de euros en la
Sociedad de Desarrollo Industrial de Castilla-La Mancha que hemos
reservado exclusivamente para el apoyo a emprendedores y autónomos
de estas características.
He mencionado antes la necesidad de dar validez al que lo tiene y, por lo
tanto, para ser merecedor de estas ayudas y de estos fondos sólo es
necesario que la iniciativa tenga viabilidad técnica, económica y
financiera, y el proyecto sea de carácter innovador y aproveche los
recursos de nuestra región.
Por otro lado, las nuevas inversiones de emprendedores que puedan
desarrollar su actividad en un plazo máximo de 18 meses y tengan al
menos un 30% de financiación propia contarán con la ayuda financiera
del Gobierno de Castilla-La Macha (se ha habilitado una línea de ayuda
financiera con más de 1,3 millones de euros, para cuya concesión será
necesario que se tenga la característica de joven empresario).
Y las posible sayudas contarán con un valor de entre 25.000 y 300.000
euros con unas características ventajosas, como es un interés mínimo
del Euríbor + 1.35%.
También hemos puesto en marcha las bases reguladoras de
subvenciones relativas al Plan de Fomento del Emprendedor destinadas
a las iniciativas de Autoempleo en Castilla-La Mancha.
Para ello, contamos con un crédito presupuestario de más de 4,3
millones de euros, con el que estimamos poder cubrir más de 1.500
solicitudes de ayudas directas al año.
Mientras los castellano-manchegos me sigan otorgando su confianza
para gobernar, estas subvenciones van a seguir teniendo cobertura
presupuestaria y nunca más en Castilla-La Mancha se concederán
subvenciones sin tener cobertura presupuestaria.
Y hoy, como saben ustedes, la Ley de Presupuestos y la Ley de Tributos
contemplan ya deducciones fiscales en el IRPF para autoempleo de
hasta 500 euros, bonificaciones en el Impuesto de Transmisiones
Patrimoniales y Actos Jurídicos documentados, en 100% para
explotaciones agrícolas y creación de empresas y bonificaciones en el
Impuesto de Sucesiones y Donaciones del 95 al 99% para empresas
familiares.
Y para garantizar su correcto funcionamiento, anualmente el
Observatorio Regional de Mercado hará un seguimiento y evaluación de
los resultados, de tal forma que nos permita revisar o redefinir las
medidas si los programas no dieran su fruto.
No hay mejor modelo de protección social que aquél que la creación de
empleo.
Y, por lo tanto, con la tasa de paro tan elevada que tenemos, todo lo que
hagamos por ayudar a aquellos que crean empleo será poco. Este va a
ser el esfuerzo más importante del Gobierno de Castilla-La Mancha y
para ello espero contar con la ayuda de todos los que están aquí.
Jamás se ha hablado tanto de justicia en nuestro país. Jamás se ha
utilizado tanto la palabra ‘social’.
Cohesión social, derechos sociales, pacto social. De tanto repetirlas,
estas expresiones, más de una vez, se han quedado vacías de contenido.
Nunca en la historia de Castilla-La Mancha hemos gastado tanto en el
ámbito social y a veces los resultados han sido tan insuficientes.
No por mucho gastar en el ámbito educativo se ha conseguido en
Castilla-La Mancha en los últimos años pasar de un 33% en fracaso
escolar. Y a veces el gasto social o el incremento en el gasto social no
garantiza el mejor servicio social. Y a veces quienes pretenden decir que
cuando se es más austero en políticas sociales se está eliminando la
calidad se olvidan estas cifras que tenemos en nuestra región, no solo en
el ámbito del fracaso escolar, sino también en la enseñanza universitaria
o en el fracaso en la enseñanza superior.
En cualquier caso, yo creo que es falso el debate entre austeridad y
crecimiento. La actividad económica sólo se recuperará cuando el sector
público deje de ser un problema.
Y hoy el sector público es, sin duda, un problema. Y la mejor ayuda que
podemos dar a la actividad privada y al crecimiento económico es que el
sector público deje de ser un problema.
En cualquier caso, solo si tenemos la credibilidad que da el ser un
Gobierno capaz de tener unas cuentas equilibradas y de no gastar más
de lo que ingresa, seremos fiables a la hora de pedir financiación para la
inversión productiva y lo que sea necesario para mejorar nuestros
servicios sociales.
Por lo tanto, gastar sin otro objetivo que gastar para decir que estamos
gastando, no solo es hoy imposible sino que además se ha demostrado
en muchos casos completamente ineficaz.
Quiero decirles que la Administración autonómica que van a tener va a
seguir con el proceso de saneamiento de sus finanzas.
Y los Presupuestos que hace unos días llevamos a las Cortes para su
discusión parlamentaria, sin duda, contribuirán a esta depuración. El
Gobierno de Castilla-La Mancha ha de ser valedor del Estado de
Bienestar. De ninguna manera podemos renunciar a él, pero solo
podemos garantizar una sociedad del bienestar y unos servicios públicos
sostenibles si de verdad somos austeros, tenemos una Administración
sobria y de verdad todas las administraciones que estamos aquí
representadas sabemos hacer aquello que nos toca.
Nuestro compromiso con los servicios públicos significa trabajar todos los
días para que estos funcionen y sean más eficaces.
Y, por qué no decirlo, para que cuesten menos dinero y de esa manera
los podremos sostener.
Por todo ello, apostamos por una Administración más reducida, vamos a
seguir apostando por una Castilla-La Mancha en España y en Europa.
Serán muchas las pruebas que los europeos tengamos que pasar antes
de que nos demos cuenta de que solo es posible elegir entre la unión y
un largo ocaso. Como dicen las palabras de Jean Monnet, palabras que
están hoy más de moda que nunca. Si queremos defender nuestro
modelo social, el viable, el sostenible, no el que algunos dicen que
quieren tener, sino el que es de verdad, tenemos que interiorizar que
aquello que en el pasado no hicimos como teníamos que hacer, tenemos
que dejar de hacerlo.
Y eso es despilfarrar lo que es de todos y eso es decir que se puede
seguir hacia adelante sin mirar lo que estamos haciendo. Y eso es no
revisar lo que estamos haciendo.
Los momentos de crisis tienen que ser momentos de revisión y tienen
que ser momentos en los que saquemos lo mejor de nosotros mismos.
Porque es verdad que lo económico es muy importante, pero también es
verdad que en momentos de dificultad cobra sentido otra vez la política
en letras mayúsculas. Porque la política afecta más y más directamente
al sentir mismo de nuestra existencia.
No estoy de acuerdo con los que dicen que hoy todo el poder lo tienen
los mercados o que los políticos y el sistema democrático se han vuelto
inútiles y que hoy son los ciudadanos solos y sin representatividad los
que tienen que decidir. El ser humano, cuanto más avanzado ha estado,
más ha sabido organizarse en sociedad y más democráticamente ha
sabido avanzar.
Nuestro sistema es un sistema democrático que tiene representantes de
la sociedad. Nosotros somos representantes de esa sociedad y tenemos
que asumir nuestra responsabilidad. Para asumir esa responsabilidad,
para confiar en nosotros mismos, para saber que de esta tenemos que
salir nosotros mismos, que podemos hacerlo, que lo hemos conseguido
con anterioridad y que somos capaces sin que nadie nos diga desde
fuera lo que tenemos que hacer, de hacer todo lo que tenemos que hacer
para recuperarnos. Para eso quiero convocaros hoy a todos. Para esta
ambiciosa tarea que es recuperar nuestra región, recuperar la ilusión
para los ciudadanos y ciudadanas de Castilla-La Mancha y tener un
porvenir para nuestros hijos os convoco aquí. Para eso. Desde este
Palacio del Infantado, todos asumimos hoy nuestra responsabilidad, y yo
la primera.
Muchas gracias.
