El Plan Estratégico de Consumo de Castilla-La Mancha supone la primera propuesta formalizada de ordenación de la actividad para optimizar los recursos que se destinan a la protección de los ciudadanos en su calidad de consumidores y usuarios, un objetivo prioritario del Gobierno del presidente José María Barreda. Pretende también contribuir a la cohesión social y posibilitar el acceso en condiciones de igualdad de todos los ciudadanos a los bienes y servicios.El Plan, que recoge cerca de 240 medidas concretas de actuación,  es fruto del diálogo y del trabajo conjunto de los diferentes agentes de consumo, con la colaboración eficaz del movimiento asociativo en la región. Estamos ante una herramienta estratégica que presenta un proyecto para desarrollar en los próximos cuatro años. Al mismo tiempo se trata de un plan flexible, manejable y abierto que contempla y facilita cualquier adaptación necesaria ante posibles cambios dentro de la sociedad y de sus hábitos de consumo.

Son varios los valores sobre los que se sustenta este Plan Estratégico de Consumo, como la eficiencia y la eficacia en la gestión, que va a redundar en la prestación de un mejor servicio a los ciudadanos, o la participación de los diferentes actores que desarrollan su labor en torno al mundo del consumo: consumidores, empresarios, asociaciones, administración…
 
Así mismo, el Plan pretende fomentar la coordinación y la cooperación entre agentes sociales y el Gobierno regional; la racionalización y agilidad en los procedimientos, y por último, pero no menos importante, desarrollar todas las iniciativas dentro un marco de sostenibilidad en la gestión de los recursos.
 
En definitiva, el Plan Estratégico de Consumo sienta las bases para que el consumo pueda servir como elemento de integración social, ayudando al desarrollo personal, familiar y comunitario de los consumidores y usuarios de Castilla-La Mancha.